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Microbiota intestinal y probióticos en gente sana: ¿en qué punto nos encontramos?

Un revisión publicada el pasado 10 de mayo en la revista Genome Medicine ha investigado el impacto de la suplementación con probióticos en la microbiota fecal de adultos sanos. Los autores han analizado 7 ensayos clínicos aleatorizados, en los que el número de participantes varía entre 21 y 81, con un rango de edad entre 19 y 88 años y los probióticos se han administrado en diferentes formatos (galletas, lácteos, sobres o cápsulas) durante períodos de 21 hasta 42 días. La conclusión a la que llega la revisión es que no existen pruebas convincentes de que los probióticos tengan ningún efecto significativo en la composición de la microbiota fecal de adultos sanos.

Esta conclusión no equivale a decir que los probióticos no tienen efectos beneficiosos para la salud, sino que puede indicar que el mecanismo principal por el cual actúan los probióticos no sea a través de modificar la composición de la microbiota fecal. De hecho, tal y como puedes ver en la siguiente figura, los probióticos pueden actuar de diferentes formas:

Fuente: Bermudez-Brito M, et al. Ann Nutr Metab. 2012; 61(2):160-74.

De forma que las bacterias probióticas pueden beneficiar a la salud del huésped a través de otras formas más allá de modificar la composición de la microbiota fecal: modificando la función de los microorganismos residentes, interactuando con las células inmunitarias del huésped, desplazando a las bacterias patógenas para evitar que se adhieran al epitelio, produciendo compuestos antimicrobianos e incluso coagregándose con los patógenos potenciales para impedir su unión a la mucosa intestinal y seguramente en el futuro se describirán otros mecanismos de acción.

He recibido muchas consultas a raíz de este estudio y a continuación tienes algunos matices que conviene tener en cuenta a la hora de interpretar los resultados de esta revisión:

  • A día de hoy no se ha definido cuál es el perfil de una microbiota saludable. Además, una composición alterada de la microbiota puede no dar lugar a una alteración de las funciones de la misma, de forma que lo importante es tener en cuenta la funcionalidad de la misma en lugar de centrarse en si determinadas especies bacterianas están disminuidas o aumentadas.
  • El estudio no ha tenido en cuenta las generaciones de probióticos en función de su tecnología industrial de fabricación. A diferencia de los probióticos convencionales o de 1ª generación (que son la mayor parte de los que se incluyen en el estudio), los probióticos de 2ª, 3ª y 4ª generación aseguran una mayor supervivencia de las bacterias en el aparato digestivo.
  • Se necesitan estudios de intervención con probióticos en humanos de mayor duración. Una vez se deja de tomar el probiótico, la microbiota intestinal tiene tendencia a volver al perfil de microbiota que teníamos a los 2-3 años de edad, con lo que para garantizar la efectividad del probiótico se requieren tratamientos crónicos.

En la siguiente figura se resumen muy bien las relaciones entre los sectores implicados en el campo de los probióticos:

Fuente: Rodríguez JM. Nutr Hosp. 2015; 31(Supl. 1):33-47.

Al igual que no tiene sentido tomar un antibiótico si no lo necesitas, de entrada si las personas sanas cuidan su alimentación e ingieren bacterias de forma natural en los alimentos no es necesario que tomen probióticos. El problema está en que la mayoría de la gente no se alimenta bien, tiene demasiado estrés en su vida, duerme poco y se mueve poco, y todo ello afecta negativamente a nuestros pequeños inquilinos. Hablé de los enemigos de la microbiota intestinal en este post.

En mis formaciones siempre explico que antes que nada es importante reeducarse nutricionalmente y llegar a ser inconscientemente competentes en todo lo que afecta a nuestra alimentación y en general a nuestro estilo de vida. Comer bien es el primer paso para evitar los desequilibrios de la microbiota intestinal. Tomar un probiótico será el segundo paso para mimar a las bacterias residentes en nuestros intestinos.

Andreu Prados
Farmacéutico y dietista-nutricionista

Imagen de la portada: Flickr.

Bibliografía:

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