Como profesional sanitario especialista es muy posible que te lleguen muchas preguntas por parte de pacientes tuyos en relación a los probióticos.
No todos los preparados etiquetados como probióticos son eficaces. Actualmente, en el mercado existe una amplia gama de productos que contienen probióticos y si alguna vez has optado por utilizarlos te habrás encontrado en un auténtico dilema a la hora de escoger uno. A mí también me ha pasado y quiero ayudarte a escoger un buen probiótico.
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¿Para qué sirven los probióticos?
Pero antes de continuar, ¿en qué situaciones te puede facilitar la vida un probiótico? Los beneficios asociados a la administración de preparados probióticos se pueden agrupar en las siguientes categorías:
- Remisión de las malas digestiones. El ejemplo más conocido es la sintomatología de gases, distensión abdominal y diarrea debidos a la intolerancia a la lactosa o asociados al síndrome del intestino irritable. Al administrar el probiótico, la lactasa de las bacterias actuaría degradando la lactosa e impedirían que llegue sin digerir al intestino grueso y ocasione los síntomas no deseados.
- Reposición de la microbiota autóctona después de que haya sido eliminada por cualquier causa exógena o fisiológica. Por ejemplo, los probióticos son útiles para el tratamiento de la diarrea aguda, al principio del tratamiento con antibióticos y en los casos de desequilibrios de la microbiota vaginal (vaginosis bacteriana, vulvovaginitis candidiásica o sequedad vaginal).
- Prevención de la mastitis durante la lactancia. Algunos probióticos aislados de la glándula mamaria, como las cepas Lactobacillus fermentum CECT5716 y L. salivarius CECT5713, han demostrado su eficacia en eliminar los síntomas clínicos de la mastitis. Además, frente al tratamiento con antibióticos, los probióticos conllevan menos recurrencias y menor frecuencia de efectos adversos.
- Prevención o tratamiento de la dermatitis atópica. Se ha demostrado que los probióticos pueden ayudar a reducir la severidad de las lesiones y la sensación de picor en pacientes afectados por dermatitis atópica. . . guientes categorla lactosaara los que hay una mayor evidencia se agrupan en las siguientes categor
Para otras indicaciones como la pérdida de peso, la infección por Helicobacter pylori y las alergias respiratorias y alimentarias aún es demasiado pronto para poder recomendar un probiótico.
¿En qué te debes fijar para saber si un probiótico es efectivo?
Una vez hecho este pequeño recordatorio para ubicar los beneficios para la salud que te puede aportar un probiótico, toma un papel y un bolígrafo para anotar las 6 cosas que debes mirar en la etiqueta para saber si estás delante de un preparado probiótico que funcione:
- Nomenclatura específica del género, especie y cepa probiótica. Los efectos saludables demostrados para una cepa microbiana específica no son extrapolables o atribuibles a otras cepas de la misma especie o a todo un grupo de probiótico. Por ejemplo, en el caso de Lactobacillus rhamnosus GG, el término Lactobacillus se corresponde con el género, la denominación rhamnosus es la especie y la designación GG se refiere a la cepa específica.
- Mejor escoger un probiótico multiespecie, es decir, que contenga agrupaciones (consorcios) específicas de bacterias. Las bacterias cooperan entre si y mejoran su relación al ingerirlas conjuntamente.
- Recuento de microorganismos viables de cada cepa. Los microorganismos contenidos en un producto probiótico deben estar en una determinada cantidad que les permita llegar al colon, que es el lugar donde principalmente ejerce su efecto beneficioso. El probiótico debe contener un mínimo de 1x10e9 UFC (unidades formadoras de colonias) -mil millones de bacterias- para asegurarnos que las bacterias lleguen vivas al intestino tras su paso por el esófago y el estómago.
- Condiciones de almacenamiento recomendadas y seguridad de las mismas.
- Dosis recomendada para obtener el efecto beneficioso y descripción del mismo. La dosis es importante porque puede ser que el probiótico no sea efectivo para una dosis más baja a la del estudio que demuestra la eficacia de la cepa probiótica. Además, recuerda que los efectos saludables de cada cepa probiótica específica presente en el producto que compras deben demostrarse mediante estudios realizados en población humana con metodología científica adecuada (los estudios de laboratorio o en modelos animales no son suficientes). No olvides que las evidencias científicas observadas sobre un tipo de población no son extrapolables a otra población que varíe en edad (niños y ancianos) o en estado fisiológico (por ejemplo, gestación y lactancia).
- Información de contacto para la vigilancia post-comercialización. Aunque los probióticos son seguros, es importante llevar un registro de posibles efectos adversos asociados a su consumo.
En resumen, quédate con que los efectos beneficiosos de los probióticos son específicos de cepa y de la dosis y duración empleadas.
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Imagen de la portada: Flickr.