Esta última semana en mi casa hemos vivido momentos muy duros mientras acompañábamos a mi querido abuelo materno Joan en sus últimos días de vida. Y en el entorno hospitalario en el que he estado al lado de mi abuelo me he dado cuenta de lo que aún nos queda por aprender a los profesionales de la salud en materia de comunicación. Cualquier profesional de la salud debería tomarse más en serio no solo lo qué comunica, sino cómo lo comunica. Porque sino solo nos quedamos en el nivel superficial de la información. Y esto no es suficiente. La información sin comunicación está vacía de valor.
Comunicar es más que informar y documentar
Comunicar implica no solo hablar, sino escuchar y transmitir emociones a la persona que tienes en frente. Comunicamos para comprender y no para responder. Desprendernos por un momento de lo que nosotros queremos y de nuestras prioridades para centrarnos en el otro y ponernos a su disposición. Porque si solo se trata de emitir mensajes, este rol lo podría hacer perfectamente un robot.
He echado de menos que algunas de las enfermeras que atendieron a mi abuelo tuvieran más empatía con él y con los familiares que le acompañábamos. Hubiera bastado con sacrificar los minutos de tertulia en el pasillo para escuchar más y animar a mi abuelo a que hablase de sí mismo o de lo que le podía preocupar cuando le entraban el desayuno o le acostaban a la cama. Escuchar más y hablar de los temas que interesan a los demás son dos sabios consejos de Dale Carnegie, pionero en comunicación y autodesarrollo personal, que en el sector de la salud están infravalorados y que si se aplicaran más todo iría mejor.
Según el resumen ejecutivo del Barómetro de Confianza #EdelmanTrust2017 las personas no confían en el sistema y les preocupan los valores sociales. Además, y no menos importante, confiamos tanto en expertos como en gente como nosotros. Quizás los profesionales de la salud han dejado de ser vistos como gente cercana a nosotros que debido a una conducta paternalista y una comunicación centrada en la enfermedad se han distanciado de nuestro día a día.
Estos últimos días he observado mucho y he vivido intensamente el ambiente en los hospitales desde la perspectiva del paciente. Creo que a veces se nos olvida que el paciente está en el centro de la comunicación en salud. Y si en algún sector profesional la comunicación debería estar en el centro del negocio es en las empresas e instituciones del sector salud. Creo que hay que poner más empeño en mejorar la relación con los pacientes y la comunicación con los públicos internos del hospital para que todos los empleados o colaboradores de la organización trabajen en la misma dirección.
Cuando como profesional de la salud asistes a una persona con una enfermedad, especialmente si se trata de un cáncer agresivo terminal, escuchar para comprender y no solo para responder debería de ser una obligación.
Y cuando pienso en un buen oyente y una persona que me ha marcado en comunicación me viene a la cabeza mi abuelo. Gracias abuelo por escucharme siempre sin enjuiciar lo que te explicaba y sin esperar nada a cambio. Me has escuchado desde la bondad y con humildad y sin darte cuenta has dejado el listón muy alto como abuelo.
Comparto contigo tanto opinión como sentimientos, he sufrido la pérdida de mi hermano por un cáncer y pude ver distintos tipos de atención, algunos muy cercanos y otros fríamente profesionales. La comunicación empática, asignatura pendiente. Un abrazo en estos momentos. Claudia
Hola Claudia, te agradezco tu apoyo en estos momentos. Siento mucho la pérdida de tu hermano. En estos momentos sin duda la comunicación nos ayuda a llevar mejor la situación y afortunadamente hay grandes profesionales de la salud que la tienen en cuenta.
Que acabes de disfrutar de la semana.
Un abrazo,
Andreu
Estimado Andreu,
Siento mucho la pérdida de tu abuelo. Cuando las personas que queremos se van nos dejan un vacío muy grande. Sólo el tiempo nos hace ver que siguen con nosotros de mil maneras.
Gracias por este post, que para mí, es un homenaje a tu abuelo y una denuncia-reflexión para todas las personas que están al cuidado de los pacientes y/o trabajando en salud.
Tienes toda la razón, la comunicación en salud es una cuenta pendiente. Puede que algunos profesionales sanitarios pongan una barrera para no sufrir ellos mismos, que no tengan tiempo o que no sepan comunicar ni empatizar, pero con buena voluntad deberían aprender. No hay excusas. Hay que saber escuchar, dar malas noticias, hacer cambiar una actitud frente a unos hábitos de vida, dar herramientas para que entiendan su patología y como responsabilizarse de ella….
Yo también estoy en ello y me uno a tu blog. Espero que algún día tengamos ocasión de trabajar juntos.
Glòria Sanz
People & Health
Hola Glòria, muchas gracias por tus palabras y por tu apoyo. Como tú comentas, es prioritario que cualquier organización o institución sanitaria tenga en cuenta la comunicación en el centro del negocio. Es nuestra asignatura pendiente y no le dedicamos la importancia que se merece. El riesgo de los profesionales de la salud es que debido a nuestro alto grado de especialidad muchas veces perdemos la transversalidad. Y sin esta mirada más lateral nos perdemos demasiado en los árboles sin tener una visión del bosque en su conjunto. Quizás el primer paso sería dedicarle la importancia que se merece a la comunicación en la universidad. Afortunadamente en los grados cada vez se está teniendo más en cuenta la comunicación.
Aprovecho para darte la enhorabuena del proyecto People & Health, me encanta todo lo que hacéis y el valor que aportáis a través de vuestros cursos, talleres y RSC.
Gracias por animarte a comentar y seguimos en contacto.
Un abrazo,
Andreu