¿Sabías que el cuerpo humano es el hábitat natural de un gran número de bacterias? Somos más microbios de lo que piensas: el número de bacterias en nuestro cuerpo puede llegar a ser 10 veces superior al número de células humanas, es decir, por cada célula humana residen 10 bacterias en nuestro organismo. ¡Se estima que casi 2 kg de tu peso son microbios!
La microbiota es el conjunto de microorganismos (principalmente son bacterias, pero también hay hongos, levaduras, virus y protozoos) que se han adaptado a la vida en las superficies mucosas o en la luz del intestino desde hace milenios. Este ecosistema se conoce como microbiota intestinal, aunque erróneamente también se utiliza ampliamente el término microflora o flora intestinal (¡los microbios NO son plantas!). La microbiota se localiza de manera normal en distintos sitios del cuerpo humano: piel, tracto respiratorio, tracto digestivo y tracto genitourinario.
A nivel del tracto digestivo es donde más abunda la microbiota. En el jugo gástrico del estómago el contenido de bacterias es relativamente bajo, debido a la acidez del medio. La concentración de bacterias va creciendo a lo largo del intestino delgado desde el primer tramo del intestino delgado (duodeno) hasta el último tramo del mismo (íleo terminal). El movimiento de propulsión del intestino delgado aclara periódicamente las bacterias que proliferan en la luz. En cambio, en el intestino grueso (colon) es el lugar del tracto digestivo donde proliferan hasta más del 95% de las bacterias. La microbiota del colon constituye un ecosistema donde muchas especies distintas participan de ciclos vitales que entre ellos están interrelacionados, en un ámbito de gran biodiversidad, comparable a la de los hábitats naturales de la superficie terrestre, como son los bosques, lagos, etc.
Fuente de la imagen: O’Hara AM, Shanahan F. The gut flora as a forgotten organ. EMBO Rep. 2006; 7(7):688-93.
Pero, ¿te has preguntado en qué momento adquirimos nuestra microbiota intestinal? Durante mucho tiempo, se ha considerado que la microbiota intestinal se comienza a adquirir inmediatamente después del nacimiento debido a que el útero ha sido considerado como un entorno completamente estéril. No obstante, un interesante estudio puso de manifiesto que los bebés tendrían su primer contacto con microbios precisamente en el útero materno. Los autores explican este hecho en base a que las bacterias de la boca de la madre se desplazan hacia la placenta y, una vez allí, podrían pasar al bebé a través del líquido amniótico, siendo las primeras bacterias en colonizar los intestinos del bebé.
El ecosistema microbiano del intestino incluye:
- Especies indígenas que habitan permanentemente el tracto gastrointestinal, que se adquieren antes de nacer y durante el primer año de vida. Son la mayoría de las bacterias colonizadores estables que se han adaptado a vivir en el hábitat humano desde hace milenios. A los dos años de edad, la microbiota establecida es ya prácticamente definitiva.
- Microorganismos vivos que transitan temporalmente la luz o las mucosas y después desaparecen. Estas bacterias se ingieren continuamente del ambiente (fundamentalmente a través de comidas, bebidas, etc.).
La microbiota juega un papel esencial en nuestra vida, hasta el punto de que ésta sería imposible en su ausencia; por lo tanto, nuestra relación con ella es, generalmente, mutualista, en la que ambos socios salimos ganando. La importancia de la microbiota intestinal ha quedado claramente demostrada mediante animales libres de gérmenes (animales axénicos), en los que se ha visto que sus necesidades nutricionales son complejas, son muy susceptibles a infecciones y nunca alcanzan un desarrollo anatomo-fisiológico completo.
Quizás también hayas oído hablar del microbioma. La microbiota hace referencia a las bacterias que habitan en nuestro cuerpo, mientras que el microbioma es el código genético de estas bacterias. Según los últimos estudios, superan en 150 veces el código genético humano. Así que, ¿quién es realmente el huésped?
Te recomiendo visualices el siguiente vídeo para conocer más detalles del Proyecto MetaHIT, que busca conocer el genoma de las bacterias intestinales.
Como te he explicado antes, hasta ahora la microbiota que más se ha estudiado es la que tenemos a nivel del tracto digestivo, sobre todo en el colon. Recientemente, ha empezado el proyecto científico “Saca la lengua”, que pretende estudiar las bacterias y hongos de la boca de adolescentes españoles de 3º de la ESO y ver hasta qué punto su variabilidad se relaciona con características de los individuos y el estilo de vida. Prometo mantenerte al día sobre los resultados que se vayan obteniendo en cuanto se publiquen.
Como decía la gran bióloga estadounidense Lynn Margulis, “La vida es una unión simbiótica y cooperativa que permite triunfar a los que se asocian”. El que tiene un amigo tiene una mina y el que tiene trillones… ¡triunfa!
Bibliografía:
- Prados A, Bach-Faig A. Probióticos: por qué y para qué. Revista El Farmacéutico (ediciones Mayo). 2014;510:12-19. En línea: http://www.elfarmaceutico.es/numeros-de-la-revista-desde-el-2011/nutricion/probioticos-por-que-y-para-que#.VVwxbb6KMe4
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- Tannock GW. What immunologists should know about bacterial communities of the human bowel. Semin Immunol. 2007; 19(2):94-105. En línea: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17035042
- O’Hara AM, Shanahan F. The gut flora as a forgotten organ. EMBO Rep. 2006; 7(7):688-93. En línea: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1500832/
- Aagaard K, Ma J, Antony KM, Ganu R, Petrosino J, Versalovic J. The placenta harbors a unique microbiome. Sci Transl Med. 2014; 6:237ra65.