El pasado martes 18 de abril de 2017 la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) publicó los resultados de la VIII Encuesta de Percepción Social de la Ciencia, que viene realizando bianualmente desde el año 2002. Puedes consultar aquí la presentación completa y aquí los resultados y análisis de las siete ediciones anteriores de la encuesta.
El estudio llevado a cabo por la FECYT consiste en entrevistas personales domiciliarias en base a un cuestionario semiestructurado de personas de todo el territorio nacional (Península, Canarias y Baleares). En esta octava edición, del 20 de octubre al 10 de diciembre de 2016, se entrevistó a un total de 6.357 personas con edades superiores a 15 años.
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Crece el interés por la ciencia y la tecnología
Una primera buena noticia es que el interés por la ciencia y la tecnología ha aumentado (un 16,3% de las personas entrevistadas manifiestan tener interés por los temas científicos y tecnológicos cuando se les pregunta por los tres temas sobre los que se sienten especialmente interesados), alcanzándose el valor más elevado desde que se empezó a realizar la encuesta el año 2002. La medicina y salud fue el tema que más interesó a los entrevistados, seguido de la educación, la alimentación, el cine, al arte y la cultura y el medio ambiente y los temas ecológicos. Personalmente no me gusta la separación entre la medicina y la ciencia y la tecnología, opino que hubieran tenido que ir de la mano. Es interesante destacar que el interés por las mujeres por la ciencia ha subido del 9,9% en 2014 al 13,7% en 2016, lo que acompañado del leve descenso del interés de los hombres hace que la brecha de género alcance su valor más bajo desde que se empezó a realizar la encuesta el año 2002.
Un 69,9% de los encuestados han respondido estar “algo, bastante o muy interesados” por la ciencia y la tecnología, por encima de la política (59%), los deportes (58,8%) o los temas de los famosos (29,3%).
Alfabetización y cultura científica
En esta octava edición, se ha dedicado por primera vez una pregunta para conocer el grado de confianza de la población en las prácticas pseudocientíficas. Aunque hasta un 80% de los españoles desconfían de terapias pseudocientíficas como son el horóscopo, los fenómenos paranormales y los curanderos, sorprende ver que el 59,8% confía mucho, bastante o algo en la acupuntura y el 52,7% en la homeopatía. Además, la encuesta ha revelado que cuanto mayor es el nivel de estudios, más crece la credibilidad por estas prácticas con una eficacia que no tiene respaldo científico.
Sin duda queda mucho por hacer en materia de comunicación y educación en salud. Creo que el campo de la alfabetización en salud o health literacy está aún poco explotado y conviene invertir más recursos. Según el último Informe del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información que recoge la opinión de 5.000 personas, el 48,3% de los internautas españoles consulta información de salud en Internet. Además, el 76% de los pacientes opinan que las empresas e instituciones del sector salud, como las compañías farmacéuticas, tienen la responsabilidad de ofrecer información y servicios que complementen los productos que venden. Una nueva tendencia de la comunicación en salud que hay que aprovechar es la personalización y segmentación de los contenidos para cada audiencia y utilizar la multicanalidad para vehiculizar de forma atractiva los mensajes sin perder el rigor científico.
Las redes sociales como canal preferido para informarse en ciencia
Las redes sociales son la fuente preferida para consultar información científica en Internet (un 75,4% de los entrevistados se mantienen actualizados sobre ciencia a través de las redes sociales). Como canales preferidos de información científica los entrevistados prefirieron Facebook, Twitter e Instagram. Al igual que está ocurriendo con la comunicación corporativa, la comunicación científica se ha democratizado gracias a Internet y parece que esta tendencia va en aumento. Internet ha hecho que los medios de comunicación y las organizaciones ya no tengan el monopolio de la información que le llega al cliente final. El mercado actual son conversaciones y tener presencia en los medios digitales es imprescindible para participar en ellas. De lo contrario, pueden estar hablando de algo que afecte directamente a nuestra reputación personal o corporativa y no saberlo por no estar en la red.
Realidad de la comunicación en salud y ciencia
A pesar de los buenos resultados de la encuesta, la realidad es más compleja y no es tan optimista. Tal y como apunta la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), el año pasada la ejecución presupuestaria en investigación ha sido la más baja de la historia. Se ha pasado de ejecutar 6.338 millones de euros en el año 2008 a 1.926 millones de euros el pasado 2016, un recorte que llega al 70%. Los resultados de la encuesta que apuntan un alto interés de la población por los temas científicos no se reflejan en las audiencias de la televisión o la venta de libros de ciencia o divulgación científica. Aún nos queda mucho por hacer. Las empresas e instituciones del sector salud y la investigación biomédica se preocupan por el conocimiento y contenido que generan, pero no tanto en cómo explorar nuevas formas de comunicar teniendo en cuenta el paradigma actual de la democratización de la visibilidad y el aprovechamiento de todo lo digital.
En base a los resultados de esta encuesta de percepción social de la ciencia se demuestra, una vez más, que lo que la gente piensa y manifiesta cuando le hacen una encuesta no se corresponde necesariamente con lo que hace en su día a día. Es importante que la comunicación también tenga en cuenta otros indicadores más objetivos y fiables para medir la realidad. En la comunicación científica, la comunicación es igual o más importante que la ciencia, porque si solo ponemos foco en el mensaje y no en la forma de cómo este mensaje llega a sus públicos de interés, es posible que no se acabe transmitiendo bien.
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