Estamos avanzando hacia una salud hiperpersonalizada, lo que se ha recogido con el término “medicina de precisión”. Las personas entre sí somos diferentes (variabilidad interindividual) y este aspecto se tiene cada vez más en cuenta en los ensayos clínicos con humanos. Así lo recogió un comentario en la revista Nature que esta semana me ha hecho llegar mi amigo Pedro Bastos.
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Factores de confusión en los estudios con humanos
En los estudios con humanos interpretar los resultados no es una tarea sencilla.
En esta revisión hablé de los principales factores que hay que tener en cuenta a la hora de llevar a cabo estudios de nutrición en humanos e interpretar los resultados. Porque el ser humano es mucho más complejo que un animal de laboratorio y hay muchas variables que hacen que establecer una relación directa causa-efecto entre la intervención y los principales hallazgos de los estudios no sea tan fácil.
Por ejemplo, ¿te has planteado alguna vez que en la interpretación de los resultados de tu último análisis de sangre variables como tu edad, tu masa grasa y tus niveles actividad física pueden estar influyendo los parámetros analizados?
Diseño y monitorización son dos aspectos claves en la salud a medida
El punto de partida para personalizar las intervenciones en salud es tener un buen diseño de los estudios. En este enfoque ad hoc, no solo es importante monitorizar lo que pasa durante el ensayo clínico sino también después.
Nicholas J. Schork plantea en el artículo la evolución hacia los ensayos clínicos con muestras de 1 persona para conseguir una intervención terapéutica lo más efectiva posible. Aunque aún existen limitaciones y barreras por resolver, Schork aboga que ahora es el momento de dar el paso hacia esa personalización médica debido a los grandes avances en los análisis ómicos a nivel molecular (metabolitos en sangre y microbioma), el uso o aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para un amplio rango de aspectos relativos a la salud (e-health) y el aumento del apoyo de la administración pública y organismos de financiación en la personalización de la medicina y la figura del ‘paciente informado’.
Un reto al que nos enfrentamos hoy en día es que muchos parámetros utilizados para valorar el estado nutricional de una población no son extrapolables para todas las edades, grupos étnicos y situaciones fisiológicas. Además, no disponemos de un único marcador que nos de una información completa del estado de salud de una persona.
El estudio de la nutrigenómica y la microbiota intestinal nos proporciona datos de mucho valor en la personalización de la medicina. Por ejemplo, el perfil de microbiota intestinal de una persona puede condicionar que un determinado fármaco sea más efectivo, menos efectivo o incluso tóxico.
Personalización y segmentación de la comunicación en salud
Por último, y no menos importante, opino que invertir en una buena prevención y promoción de la salud es el primer paso hacia una salud a medida. Se estima que en 2050 la población de 65 años o más duplicará a la población de niños (0-14 años) por primera vez en la historia.
En la comunicación en salud el gran reto al que nos enfrentamos es llegar a una audiencia dispersa y saturada de información. Los profesionales sanitarios y las organizaciones del sector salud tenemos el compromiso y deberíamos ser los referentes como proveedores de información fiable y rigurosa en materia de salud.
Nos dirigimos a comunidades que cada vez son más exigentes a la hora de consumir los contenidos y no se conforman con recibir información sino que quieren dialogar sobre los temas que les preocupan en salud. Estos micropúblicos son el centro de la nueva comunicación en salud que viene, con unos contenidos y mensajes lo más personalizados posibles.
Imagen: Nature – Illustration by Greg Clarke.